POEMA LIX- EN LA CALLE DEL OLVIDO ME ENAMORÉ DE TI. AKASHA VALENTINE.
En
la calle del olvido logré dejar atrás mis propias huellas. Olvidé
apoyada en un mostrador de madera la manera en la que te amaba. Tiré
a un contenedor los besos que sin previo aviso me robabas, con la
esperanza de ser más fuerte y fiel al reflejo que en los espejos de
las casas vacías veía cuando nadie me miraba. Pero todo cuanto
hacía era en vano, pues mi piel añoraba la textura de tus dedos, la
movilidad de tu mano meciendo mis cabellos y, mucho más importante
que todo esto, siempre recordaba de forma involuntaria la manera en
la que débilmente te sentía junto a mí, cuando los sueños venían
a buscarme entre la densa niebla que se crea entre las sombras.
Apoyé
muchas de tus palabras en las farolas, colgué de los balcones las
frases que en tu boca siempre encontraba y dejé atrás el
significado que había detrás de cada una de ellas. Pero, sin
pretextos o motivos, volvían de nuevo a mi lado para reencontrarse
conmigo, y la calidez que me aportaban sin que yo se lo pidiera me
conmovía hasta los cimientos, así que tuve que ir recogiendo cada
de unas vocales que sobre los techos de Madrid se iban escondiendo
por miedo a ser dañadas de nuevo. Yo misma levanté con mis propias
manos las viejas tejas de las iglesias y rescaté de los bajos fondos
a las vocales que vendían su cuerpo a cambio de una boca que las
tuviera siempre presentes en sus labios.
No
fue fácil para mí dejar de ser quien era en aquel entonces para
volver a reinventarme como persona. Crecer sin que tu cuerpo lo haga
también es mi metáfora preferida, pues a tu lado cada día de mi
vida podía aprender cosas nuevas y extender mis manos más allá de
los horizontes que mis ojos no alcanzaban a ver. Tú, que con tus
hazañas simples y llanas provocabas en mi corazón mil y una
sensaciones, me hiciste darme cuenta de que la única persona que
acabó dañada por el miedo a ser sincera fui yo, porque creí en
otras personas, por escuchar a quien no debía, por ser aconsejada
por caras que enmascaran sus emociones con falsas sonrisas, te alejé
de mi lado creyendo que era lo mejor que podía hacer en mi vida,
pero ahora que me he dado cuenta de que no es así quiero volver a
darle marcha atrás a mi reloj de bolsillo y así volver a tu lado,
de donde nunca debí partir.
En
la calle del olvido las personas van y vienen sin mirar atrás, sin
pararse a preguntarse si el camino tomado será el que
definitivamente les conduzca a la felicidad. Pero yo no quiero seguir
saltando por encima de las baldosas ni ser tocada por las frías
esquinas por las que el aire pasa sin que nadie pueda hacer nada por
evitarlo. Fue por ti que empecé a creer en las frases que los
amantes rascan en las cortezas de los árboles. No quiero verte
llorar sobre mis viejos vestidos o atesorar los retratos del pasado
en los que el tiempo vive encerrado en láminas de cristal. Quiero
que los muros que nos separan a día de hoy caigan de una vez por
todas. Cariño, hoy correré de nuevo con todas mis fuerzas para
estar contigo y decirte que te quiero una y mil veces más que a la
vida misma mi amor.
Akasha Valentine 2013 © http://www.akashavalentine.com
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