POEMA LVII- SOLTARÉ TU MANO. AKASHA VALENTINE.
Escucha
con atención lo que voy a decirte. Ha llegado a mis oídos que has
estado llorando, cubriendo tus ojos con tus
manos a modo de pañuelo evitando ser vista por quienes yo conocía.
He sabido por boca de otros que ahogas tus penas en el
fondo de una botella, y que tu
sonrisa se muestra torcida cuando hablas del ayer y no vives el
presente que a día de hoy aún sigue vigente. Estoy
sorprendido de que ahora seas
así, pues ya
no eres la misma
chica que tiempo atrás conocí. Es cierto que mis brazos ya
no te tocan, que mis desgastados labios, agrietados por el frío y
secos de besos, han olvidado como implorar clemencia para que tú
poco a poco te acerques hasta ellos para comértelos hasta que
fatigados e hinchados duerman mientras
las horas transforman
el día en noche. No puedo
creerme lo que dicen por ahí de ti, que te han visto hundirte en
brazos de muchas personas, ahogando tu llanto porque ya no sabes
vivir sin mí. Siento tu desgracia como un amargo regalo que aparece
por sorpresa debajo del árbol de Navidad. No quise herirte, pero
tampoco pretendía irme sin decirte adiós y darte las gracias por
haber formado parte de mi vida. Cariño, sé que aún no lo
comprendes, que todo es demasiado confuso para ti pero te juro, amada
mía, que este pequeño bache en tu vida sera superado y podrás
seguir adelante aunque yo no esté aquí contigo para levantarte
todas las veces que caigas contra el suelo.
Quiero
verte sonreír todos los días, aunque creas que no tienes un motivo
para hacerlo; dibuja en tu rostro la más bella expresión que jamás
un hombre haya contemplado para que de esta forma te valores a ti
misma y puedas darte un motivo más para seguir adelante. No finjas
ser feliz por agradar a los demás, sé tú misma desde el principio
hasta el final, abraza los sueños y mantén viva la esperanza, pues
sólo así le darás sentido a tu vida. Sueña conmigo cuando tengas
ganas de hacerlo, yo iré donde quiera que estés para ser tu abrigo
y te arroparé con mi cuerpo exhalando mi aliento sobre tus cabellos
para dar cobijo a tus sueños. La verdadera felicidad se esconde en
los rincones más remotos del planeta, por eso quiero que salgas y
vivas por ti misma las experiencias que sólo están destinadas para
ti. Vence tus miedos, canta cuando nadie te vea o cuando todo los
ojos del mundo entero estén posados sobre ti, tu momento es ahora,
aunque yo ya no esté aquí para recordartelo cada segundo de mi
vida, porque ésta ya se terminó. No tengas miedo a volver a
enamorarte, a besar con pasión o dulzura la boca de otro hombre que
no sea yo pues, cariño, los muertos no viven una segunda
oportunidad, no pueden levantar sus cabezas de sus tumbas y volver a
reunirse con quienes quisieron en vida, por eso te invito a que seas
libre de amar y ser amada, porque toda tú te mereces la felicidad
que aún no ha sido hallada por tu corazón y que dará sentido a tu
nueva vida.
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