Por
ti qué no haría yo, si con sólo imaginarte las palabras ya
empiezan a formarse. En mi boca o en mi cabeza, no importa donde las
escriba o como te las diga, sólo quiero que las oigas no una sino
mil veces y que formen parte de tu vida y de tu día a día. Cariño,
si para que entiendas lo que quiero decirte debo correr mil millas lo
haré, nadaré en las frías aguas del Ártico, y caminaré sin
descanso para conquistar todas las dunas del desierto, porque quiero
darte ese verso que necesitas para calzarte cada día, y después
robarte esa sonrisa con la taza del desayuno, cuando sigas el camino
de las notas amarillas hasta la ventana del patio, donde cantaré
para ti todas las melodías escritas en nombre del amor. No soy un
hombre grande si no estoy a tu lado, cojeo si de tu mano no puedo
sostenerme, y no puedo componer canciones si no eres mi pentagrama y
tus ojos las notas que sirven para inspirarlo. Extiende tu mano,
cariño, pues mis dedos te tocarán aunque estemos en puntos
distintos del mundo; sólo quiero oír tu voz no una ni dos veces,
sino infinidad de ellas para escucharte llamarme por mi nombre o para
oírte sin que tengas nada más que decirme. Me siento arropado por
el viento en esta mañana en la que he colgado al sol al pie de tu
ventana para darte los buenos días, princesa, para decirte lo mucho
que me importas cada instante de mi corta existencia. Yo quisiera
abrir mi pecho y darte mi corazón como recuerdo para que sólo tú
seas dueña de él, para que nadie más que tú tenga acceso a mis
sentimientos y juegues dulcemente con ellos y te arropes en las frías
noches en las que yo no estoy para poder hacerlo con mi cuerpo. Qué
locura me invade al hablar de ti de la forma en la que lo hago,
siento que soy más fuerte cuando me miras, y más vulnerable cuando
no te tengo a mi lado para apoyarnos mutuamente. Quiero aplaudir bien
alto, con las manos por encima de mi cabeza, para que todo el mundo
me vea y sienta mi felicidad como parte de su vida. Yo, que nunca he
sido un hombre romántico, aquí estoy expresándote cuánto me
importas con palabras que encadenados entre sí forman a veces rimas
y otras veces frases cortas que bien acompañadas danzan entre mis
yemas aligerando la pesada carga de ser comprendido por el ojo ajeno
de quien las lea. Cariño, he iniciado un viaje un único en la vida,
y todo esto ha sido gracias a ti, a tu voz por darme la fuerza de los
sueños, a tu boca por ser mi alimento, a tu cuerpo por que es mi
refugio cuando las balas de la envidia me hieren y a veces llegan
incluso a matarme. Es por ti que revivo del infierno y extiendo mis
alas hacia el cielo, cuando te nombro y me escuchas, me apoyas y me
haces salir adelante. Ven hoy quiero darte aquello que nunca tuviste;
un cielo estrellado sólo para ti, una luna menguante en la que
dormir, unos tejados en los que poder jugar y un horizonte donde
poner tus sueños a salvo de las palabras que pueden herirlos. Hoy te
daré una caja de sueños para que los vivas como quieras, para que
me tengas siempre presente en tu vida.
Akasha Valentine 2014 © http://www.akashavalentine.com
NOTA LEGAL: Akasha Valentine 2014 ©. La autora es propietaria de esta obra y tiene todos los derechos reservados. Si ves algún poema en otra web, foro u otro medio, están cometiendo un delito, salvo que cuenten con el permiso expreso de la autora, y siempre que esté citada la fuente y la autoría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario