POEMA IX-EL PARAÍSO. AKASHA VALENTINE.
Si siento la necesidad de estar a tu lado, me alivia el hecho de saber que puedo tender mi mano en mitad de la noche y acariciar sin previo aviso tu desnuda piel. Si la necesidad me invita a ello, sé que mis dedos podrán hundirse con suavidad en tu espalda para completarme mientras yaces en un profundo sueño del que posiblemente no querrás despertar. Si tengo la necesidad de tocarte soy consciente de que no tendré que pedirte permiso, pues las puntas de mis dedos podrán hundirse en el comienzo de tus cabellos y mi nariz podrá atrapar en sus recuerdos el aroma de perfume. “¡Ay! ¿Qué va a ser de mí?” Pienso mientras acaricio con suavidad este cuerpo que no me pertenece pero que a su vez se entrega de forma voluntaria a mi persona sin esperar nada a cambio.
Mi amor, ahora que me has dado una razón por la que vivir, quiero quedarme todo el tiempo que me sea posible contemplándote bajo un cielo de estrellas artificiales, donde llueven gotas que no nos mojan y donde nuestros cuerpos bailan al son de la música. Quiero surcar con sumo cuidado el comienzo de tu rostro juvenil, para morir en la entrada de tu boca y de esta forma alzar mi alma hacia el cielo, donde ni la muerte ni el destino son dueños de mi ser. Quiero poder ser capaz de encontrarme de nuevo en tu rostro bajo un manto de felicidad envuelto en un lazo de risas y esperanza.
Cariño, cuando la noche venga a buscarnos yo me quedaré a tu lado para surcar tus mejillas con las yemas de mis dedos, para saborear con sumo cuidado la necesidad de estar a tu lado para siempre. Puede que algún día en algún momento inesperado la tristeza venga a visitarnos, pero tranquilo, yo me encargaré de hablar con ella y pedirle amablemente que se marche sin ni tan siquiera presentarse, pues temo que si le dejo quedarse demasiado tiempo a nuestro lado te sientas incómodo y despreciado.
Puede que nunca llegue a confesarte abiertamente cuán importante eres en mi vida, pero si llegara el día en que tuviera que separarme de tu lado no de forma voluntaria, sino engañado por una falsa promesa de la muerte, entonces me gustaría que leyeras con detenimiento estas palabras, para que de ellas sacaras en claro que mi amor por ti fue tan grande que incluso he utilizado fragmentos de mi alma para poder componerlo, he gastado hasta la última gota de sangre que tenía en el interior de mi corazón para escribir estas palabras de amor y con las puntas de mis dedos he garabateado cada letra para declararte a través de estas líneas el amor que un día llegué a sentir por ti.
Akasha Valentine. http://www.akashavalentine.com/akasha/
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